Cuando somos mayores se produce un aumento del número de achaques, enfermedades y caídas. Sin duda, todo ello produce otros problemas como roturas musculares, lesiones y fracturas de huesos. Quizá la más común de todas esas fracturas sea la de cadera; por ello, hoy queremos hablar un poco más sobre ella.
Resulta difícil que se produzca una fractura de cadera de forma natural; es decir, caminando, sentándonos, etc. Las fracturas de cadera suelen producirse debido a un fuerte golpe, y no precisamente chocando con objetos como mesas, sillas u otros que puedan quedar a la misma altura del hueso. Las roturas de cadera suelen producirse cuando nos caemos por causa de un tropiezo; en ese momento tratamos de proteger las extremidades y la cabeza cayendo con la cadera.
Muchos os preguntaréis por qué precisamente es este hueso es el que nos rompemos si cuando somos bebés nos caemos muchas más veces y es muy difícil rompérnoslo. La respuesta es la osteoporosis; este problema afecta a los huesos creando pequeños poros y haciendo que sea mucho más sencillo que se fracturen.