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Desde Residencia Las Matas nos hemos hecho eco de la bonita historia que vivió Almudena Ruiz, especialista en musicoterapia, y gracias a ella, queremos hablaros de la terapia que utiliza la música contra la demencia.

De forma resumida, os contamos que Ruiz era la especialista de un hombre que mostraba los síntomas de la última etapa de la demencia senil: no se comunicaba, no mediaba palabra ni prestaba atención. La especialista decidió un día cantar una canción antigua a este y otros pacientes, y consiguió captar la atención del protagonista de la historia. Tras cantar y tocar esta canción en diferentes ocasiones, consiguió que hiciera el intento de hablar, incluso de tararear. Finalmente, este paciente consiguió hablar y continuó haciéndolo durante muchos años más.

Gracias a la musicoterapia, personas que padecen Alzheimer han ejercitado el movimiento, la memoria o incluso han recuperado el habla. La música puede llegar a reducir los comportamientos problemáticos que derivan del Alzheimer o de otras formas de demencia y consiguen desarrollar aspectos como la sociabilidad o la capacidad cognitiva.

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En Residencia Las Matas llevamos a cabo este tipo de terapia, de manos de profesionales. Pensamos que la música es el idioma universal, que traspasa fronteras y despierta sentimientos. Utilizamos la música como un ancla que puede llegar a despertar recuerdos en nuestros pacientes y, además, sirve como unión al momento que vivimos, al presente.

Cuando tratamos a un paciente que sufre cualquier tipo de demencia, estamos ante una situación complicada según la etapa de desarrollo de la enfermedad. No hablamos de un método novedoso ya que las primeras marcas de la musicoterapia se registran en la Segunda Guerra Mundial, momento en el que los médicos encargados de llevar un hospital de veteranos detectaron que sus pacientes, cambiaban de estado de ánimo al escuchar música.

Desde entonces hasta ahora, los estudios relacionados con la aplicación de la música como terapia han ido en aumento y, aunque no hay una evidencia científica concluyente sobre la musicoterapia, los sentimientos que experimenta un familiar o el propio cuidador cuando vemos a nuestros pacientes reaccionar y romper, poco a poco, la coraza que crea la enfermedad, merecen enormemente la pena.