El concepto de psicomotricidad hace referencia a una doble realidad. Por un lado, la que engloba todos aquellos aspectos relacionados con la función motriz, es decir, las habilidades vinculadas al movimiento corporal. Por otro lado, abarca también aspectos que tienen un claro componente cognitivo (aptitudes) y socioafectivo (sentimientos y comportamientos).
Esta disciplina se encarga de establecer vínculos entre estos aspectos. Desde esta perspectiva, el movimiento no es solo una actividad mecánica; sino una variable que influye de manera significativa en la forma de percibir la realidad y de integrarse en ella. Desde el punto de vista técnico se sitúa dentro de las disciplinas de la Terapia Ocupacional y aborda el deterioro físico y cognitivo de las personas mayores de forma multidisciplinar.
¿Cómo trabajar la psicomotricidad en personas mayores sin salir de casa?
Una de las grandes ventajas del trabajo psicomotriz con ancianos es que no se requiere de instalaciones o materiales especiales. Los ejercicios para la promoción de la psicomotricidad se pueden llevar a cabo en el propio hogar con la intervención de un terapeuta ocupacional, un cuidador profesional a domicilio o un familiar con nociones básicas en esta disciplina.
Actividades y juegos para su fomento
- – Gimnasia suave: a través de ejercicios sencillos como la elevación de las extremidades, la rotación de las articulaciones o simular que se escriben palabras en el aire para que el cuidador las adivine, se trabajan aspectos tan importantes como la coordinación dinámica, el esquema corporal y la flexibilidad.
- – Baile: es un ejercicio físico y de estructuración temporal de lo más completo. El ritmo impone al movimiento nuevos matices que junto a las suaves oscilaciones y los pequeños desplazamientos mejoran la propiocepción de las personas mayores. Puedes incluir juegos para el control motriz como el de quedarse totalmente inmóvil cuando se pare la música.
- – Juegos de mesa: cualquier juego de mesa es una buena excusa para trabajar la memoria, las habilidades sociales, la toma de decisiones o la comunicación. Desde algo tan sencillo como el parchís hasta juegos complicados como el ajedrez o juegos dinámicos en familia, como los basados en la mímica y la expresión corporal, cualquiera de ellos explora las ventajas del entrenamiento psicomotriz desde su perspectiva más lúdica.
- – Actividades con mascotas: las terapias asistidas con animales son cada vez más frecuentes. Lo ideal es practicar actividades al aire libre, pero si hay que quedarse en casa, algo tan sencillo como cepillarles el pelo sirve para trabajar la fuerza y la coordinación, reducir el estrés y promover los sentimiento positivos.
- – Manualidades: colores, texturas, formas y tamaños. Todas las variables de los materiales que se emplean en los trabajos manuales suponen un estímulo para los sentidos. Sácales provecho para mantener las mentes en activo con recortables, artículos de decoración para fechas especiales o pequeños objetos para regalar a amigos y familiares.