No todo el mundo envejece del mismo modo. De hecho, muchas personas a determinada edad evidencian un claro deterioro físico y presentan un estado de fragilidad. Estos síntomas son claros del denominado «síndrome de la fragilidad» o «síndrome de la decaída».
Síntomas
- Pérdida de peso evidente y disminución de la masa muscular, asociada a la poca actividad física.
- Falta de fuerza, debido a la disminución del nivel de actividad y movilidad.
- Encorvamiento de la columna vertebral.
- Falta de energía y cansancio. En muchas ocasiones hay alteraciones del ánimo.
- Los ancianos frágiles tienen más probabilidad de desarrollar dependencia.
Tratamiento
Este síntoma afecta en la calidad de vida de las personas mayores, que se ve deteriorada. Pero, podemos retrasar los síntomas de esta enfermedad con los siguientes cuidados:
- Buena alimentación, basada en la cocina mediterránea, para aportar los nutrientes necesarios.
- Favorecer la estimulación cognitiva y sensorial con diferentes actividades y talleres.
- Realizar actividades físicas.
- Apoyo familiar y cariño.
Prevención
En cuanto a la prevención, sólo es posible a largo plazo: habiendo llevado una vida sana, con una dieta saludable y practicando ejercicio físico.