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Uno de los factores más determinante en algunos ancianos para detectar algún problema de salud es el peso. El peso es uno de los indicadores que nos hace sospechar que podemos tener un problema de salud mucho más grave, ya que la pérdida de peso en el menor de los casos no suele ser tan grave. Para aumentar nuestro peso, tan solo debemos aumentar la cantidad de alimento de forma paulatina y progresivamente. Podríamos también, cambiar algunos de los alimentos que ingerimos por otros con un mayor porcentaje de hidratos como puede ser el arroz o la pasta entre muchos otros.

Si ya hemos realizado todo lo comentado anteriormente, y podemos comprobar que nuestro cuerpo no ha aumentado de peso si no que, seguimos adelgazando, deberíamos acudir a un profesional puesto que podríamos tener un problema de salud más grave.

Desde nuestra residencia, recomendamos a todos nuestros seguidores que no se deje nunca de comprobar la báscula, puesto que es un aliado que nos ayudará a comprobar que nuestra salud está yendo por el buen camino.

Tanto la obesidad como la alta pérdida de peso en ancianos por causas desconocidas son negativas para la salud del mayor. Las diferentes formas de luchar contra la obesidad son más reconocidas. No lo son tanto los diferentes motivos que causan el bajo peso en ancianos y las diferentes maneras de combatir este problema. Vamos a conocer los distintos motivos que provocan la disminución involuntaria de peso en ancianos. Y la forma más adecuada para recuperar un peso saludable.

Las principales causas de la pérdida de peso en ancianos

Una de las principales causas por las que las personas mayores pueden sufrir una drástica pérdida de peso involuntaria y preocupante se debe a los malos hábitos alimenticios. En muchas ocasiones es la consecuencia de una vida joven y adulta en la que la alimentación no se ha relacionado correctamente con la nutrición. Con hábitos insanos que no se corrigen y se acentúan al llegar a la vejez.

En otros casos estas prácticas se adquieren al llegar a la vejez y pueden deberse a muchos motivos. Por ejemplo, la falta de compañía, en muchos casos es la que ocasiona que intenten rellenar ese vacío con la ingesta de alimentos insanos abusando de dulces, chocolates, alimentos ultraprocesados, etc.…

En otros, la situación anímica del anciano provoca que pierdan interés por la comida lo que conlleva que su dieta se empobrezca y reduzca. De modo, que dicha pérdida de peso conlleve una desnutrición que en algunos casos puede llegar a ser grave si no se toman las medidas adecuadas para atajarla. En un gran porcentaje de casos, la utilización de estimulantes de apetito para personas mayores es la clave para conseguir solucionar la desnutrición.

La pérdida de peso en la tercera edad por malos hábitos en la alimentación tiene otro motivo frecuente, y es la pérdida de las capacidades. Cansancio, fatiga, molestias físicas y dolores o el miedo a olvidarse de apagar el fuego son algunos de los motivos por los que los ancianos dejan de cocinar. Si viven solos y sin atención a domicilio dejan de cocinar sus propios alimentos por lo que acaban comiendo cualquier alimento que esté a su alcance y no son precisamente saludables para seguir una dieta equilibrada.

Para garantizar la salud y el bienestar de las personas mayores hay que centrase en la preparación de los alimentos para que sean apetecibles y compatibles con una dieta saludable y equilibrada.

También existen causas fisiológicas que hacen que los ancianos lleven una mala alimentación y muy pobre en nutrientes. Se puede deber a causas emocionales o físicas que también se dan con relativa frecuencia.

Cuando alcanzamos cierta edad pueden aparecer los primeros problemas para tragar, lo que se denomina disfagia, que no solo provoca pérdida de peso en ancianos sino también una desnutrición grave o incluso problemas de deshidratación. Por lo que es necesario acudir al médico para que nos indique las medidas a tomar en cada caso concreto.

Otros factores a tener en cuenta a la hora de que una persona mayor pierda el apetito es la pesadezdurante la digestión o los ardores de estómago que provocan que ingieran menos alimentos o alimentos menos nutritivos. En estos casos la pérdida de peso suele ir unida a una falta de nutrientes muy necesarios para el organismo, sobre todo a esas edades.

También hay que tener en cuenta que existen algunos fármacos que pueden reducir el apetito. Si esto sucede lo más recomendable es consultar lo antes posible con un médico. Él nos indicará si tiene que recetarles algún suplemento alimentario o estimulante del apetito o cuáles son las medidas a tomar.

La pérdida de peso en ancianos sin motivo aparente es un problema importante que no se debe tratar desde el inicio. Ni siquiera cuando la persona padece sobrepeso u obesidad. Es importante conocer las causas que provocan la pérdida de peso y actuar cuanto antes para poder evitar las consecuencias negativas que puede acarrear para su salud.

En Residencia Las Matas estamos muy pendientes de nuestros ancianos y atendemos este problema inmediatamente para poder ponerle una solución rápida y eficaz.