Según los datos del último dossier presentado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) en 2014, la leucemia afecta a 5.190 personas en España. Esta cifra representa un 2,4 por ciento de la población; es más común en hombres que en mujeres.
Es una enfermedad de la sangre por la cual la médula ósea produce glóbulos blancos anormales, denominadas células blásticas leucémicas. Estas células se dividen reproduciéndose a sí mismas, lo que genera una proliferación neoplásica de células alteradas que no mueren cuando envejecen o se dañan, por lo que se acumulan y van desplazando a las células normales. Esta disminución de células sanas puede ocasionar dificultades en el transporte del oxígeno a los tejidos, en la curación de las infecciones o en el control de las hemorragias.
Por tratarse de una proliferación de células inmaduras y anormales en la sangre, esta enfermedad se considera un «cáncer de la sangre».
1. Leucemia mieloide aguda (LMA): Afecta a las células mieloides y se desarrolla con rapidez. Se presenta generalmente en personas a partir de los 65 años. Puede afectar, aunque en menor proporción, a niños y adolescentes.
2.Leucemia mieloide crónica (LMC): Afecta a las células mieloides y, al principio, se desarrolla con lentitud. Más de la mitad de los pacientes tienen entre 65 años o más, y solo afecta a un pequeño porcentaje de niños y adolescentes.
3.Leucemia linfoblástica aguda (LLA): Afecta a las células linfoides y se desarrolla con rapidez. Se presenta fundamentalmente en niños y adolescentes.
4.Leucemia linfocítica crónica (LLC): Afecta a las células linfoides y se desarrolla con lentitud. La mayoría de los pacientes tienen más de 65 años. Esta enfermedad casi nunca afecta a niños o a adolescentes.
No existe una manera conocida de prevenir la mayoría de los casos de leucemia mieloide crónica. Muchos tipos de cáncer se pueden prevenir haciendo cambios en el estilo de vida para evitar ciertos factores de riesgo; pero esto no es así para la mayoría de los casos de esta patología. El único factor de riesgo de la leucemia mieloide crónica que potencialmente se puede evitar es la exposición a altas dosis de radiación, que sólo ocurre en pocos pacientes.
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