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La capacidad pulmonar es la cantidad de aire que se almacena en los pulmones después de una inspiración profunda y mantenida. El valor normal de la mujer suele estar entorno a las 4,5 litros y el de los hombres sobre 5,75 litros.

El bienestar físico y por lo tanto disfrutar de una buena salud depende directamente de distintos aspectos: dormir las horas necesarias, tener una buena alimentación, hacer ejercicio físico y es muy importante tomar consciencia de la respiración y hacerlo de forma correcta.

Tener en cuenta estos aspectos mejora la capacidad pulmonar. Una correcta respiración expansiona la cavidad torácica, además de hacer ejercicios respiratorios, resulta muy beneficioso para aumentar la capacidad de los pulmones.

 

Beneficios de tener una buena capacidad pulmonar

Es esencial poner atención en los tiempos de las inhalaciones y exhalaciones para realizarlo correctamente y así asegurarnos de que nuestro organismo está en buenas condiciones.

Los beneficios físicos son muchos, el aumento de glóbulos rojos, al aumentar la cantidad de sangre eliminamos toxinas, metabolizamos mejor los alimentos, mejora el sistema nervioso, nos ayuda a relajarnos en momentos de ansiedad, favorece la regeneración celular, y por supuesto nos ayuda a combatir enfermedades pulmonares.

Es comparable a mantener en forma los pulmones, por lo que aumenta la resistencia ante ejercicios físicos y además fortalece el corazón.

 

Capacidad pulmonar en fumadores y exfumadores

 La función pulmonar y por tanto la capacidad pulmonar es diferente entre los pulmones de fumadores y no fumadores.

Los fumadores pueden reducir un 16% la capacidad en pruebas espirométricas. Esto ocurre tanto en hombres como en mujeres de diferentes edades. Aunque la diferencia entre la capacidad pulmonar de fumadores y no fumadores se presenta de forma más claras entorno a los 40 años .

Existen buenas noticias para los exfumadores, ya que los pulmones pueden regenerar al menos una parte de los tejidos dañados. Además se elimina la mucosidad que se crea, por la paralización de la limpieza de los bronquios durante el periodo fumador.

La recuperación de la capacidad pulmonar, puede ser más rápida acompañada de ejercicios de respiración y el abandono de la vida sedentaria.

Con el paso de los años, especialmente a partir de los 25, se empieza a reducir lentamente la capacidad respiratoria de nuestros pulmones. Esta disminución se puede ver muy acelerada por patologías como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), causando problemas para respirar. Una opción es realizar ejercicios que pueden colaborar para mantener nuestros pulmones en buen estado e incluso mejorar su función.

 

  1. Respiración diafragmática: Se trata de la respiración que se centra en nuestro diafragma, realizando el movimiento más intenso durante la respiración.

Los ejercicios que recomienda la Fundación para la EPOC siguen estos pasos, una vez recostados y con los hombros relajados:

– Situamos una mano en el estómago y otra en el pecho.
– Inhalamos por las fosas nasales dos segundos, sentimos el aire pasar por el abdomen y el estómago que debe elevarse por encima del pecho.
– Expulsamos el aire durante dos segundos a con los labios de la boca fruncidos a la vez que presionamos la zona abdominal.
– Lo hacemos repetidamente.

 

  1. Respiración con los labios fruncidos: Colabora en la apertura de las vías respiratorias durante un periodo más largo de tiempo, lo que favorece el funcionamiento pulmonar intercambiando oxígeno y dióxido de carbono.

Suele resultar más sencillo que el anterior y se puede realizar en cualquier momento de esta forma:

– Inhalación lenta por la nariz.

– Fruncimiento de labios en posición de soplar o de enojo.

– Exhalación lenta a través de ellos con doble duración que la inhalación.

– Varias repeticiones. 

 

Consejos para mantener los pulmones saludables

 Prevenir siempre es mejor que curar y para ello debemos ejercitar nuestros pulmones antes de tener que tratarlos. Algunos consejos para mantenerlos en buen estado son:

  • No fumar y evitar humos en cualquier ambiente.
  • Ingerir comida con propiedades antioxidantes.
  • Ponernos las vacunas reglamentarias como las de la gripe y la neumonía pues previenen las infecciones en los pulmones.
  • Hacer ejercicio para colaborar con un mejor funcionamiento pulmonar.
  • Aumentar la calidad del aire en el interior con filtros de aire y rebajando aromas artificiales, además del moho y el polvo del ambiente.

 

Asimismo, existen otras técnicas para ayudar a incrementar la capacidad pulmonar:

  • Yoga: se basa en técnicas respiratorias que logran más oxígeno en sangre, mayor resistencia y el incremento de la capacidad de recuperación.
    • Inhalaciones largas, profundas y con consciencia durante minutos.
    • Exhalaciones pausadas y más largas.
  • Apnea: consiste en aguantar la respiración unos segundos mientras hacemos algún ejercicio de esta forma.
    • Tomamos aire y lo llevamos a los pulmones.
    • Retenemos el tiempo que podamos.
    • Exhalamos lenta y suavemente.
  • Globos: una forma simple de aumentar la capacidad respiratoria.
    • Inflamos un globo con una respiración completa y profunda.
    • Esperamos a que se desinfle.
    • Lo volvemos a inflar hasta 30 veces en varios momentos del día.

 

En conclusión, estos ejercicios dirigidos a la población de adultos mayores permitirán un aumento de la calidad de vida y una mejor realización de sus actividades diarias.

 

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