Los primeros síntomas de la demencia a menudo se confunden con los «momentos mayores» que, naturalmente, vienen con el envejecimiento. Es también porque la enfermedad puede ser tan aterradora que, con demasiada frecuencia, aparece la negación por parte del cónyuge, la familia, o la persona. Pero puede ser un síntoma que nos ayude a identificar el envejecimiento anormal.
El olvido de nombres o citas no es un gran problema. Más alarmante es hacer las mismas preguntas una y otra vez u olvidar cómo realizar tareas habituales como preparar una receta favorita.
También se podría notar que los padres o cónyuges colocan mal las cosas en lugares inusuales, como un teléfono en el refrigerador.
Si la persona que nos preocupa no vive cerca, es importante listar amigos y vecinos para que nos avisen de las incidencias preocupantes.
Tocar el tema de la demencia es una conversación cargada emocionalmente, y quizás no queremos poner a nuestro ser querido a la defensiva. Escojamos un momento tranquilo cuando la persona esté relajada. Comencemos con una pregunta general cómo: «¿Cómo estás de salud? ¿Qué te dice el médico? Y a continuación, profundizar en las preocupaciones específicas.
Una vez que tengamos un diagnóstico formal en la mano, es buena idea hacer una reunión familiar para decidir quién será la persona de contacto, o personas, para la gestión de la enfermedad de su ser querido.
A medida que la demencia progresa, tendrá que decidir sobre el cuidado, la vivienda, las finanzas y las decisiones en general.
Al mismo tiempo, resolver lo que se necesitará en términos de tiempo y dinero de los familiares, y llegar a un acuerdo sobre quién puede aportarlo.
Un poder notarial, que autoriza a una persona a tomar decisiones financieras para su familiar, y un representante del cuidado de la salud, es buena idea nombrar a alguien para que tome decisiones médicas.
Esto, también, puede ser un tema difícil de abordar con un padre. La pérdida de control puede ser aterradora.
Si es su marido o la mujer quién ha sido diagnosticado con demencia, es posible que desee establecer un fideicomiso en las necesidades especiales de manera que, si usted muere primero, sus bienes serán destinados a la atención de su cónyuge. Una vez más, consultar con un abogado cuando tenemos los primeros síntomas de un envejecimiento patológico puede ser de gran utilidad de cara al futuro.