En muchas ocasiones, dependiendo de nuestra cultura y nuestra experiencia, tenemos consciente o inconscientemente una serie de ideas o estereotipos preconcebidos de lo que supone el envejecimiento, si bien no necesariamente esas ideas se corresponden con la realidad.
Además de afectarnos a un nivel personal, estos prejuicios afectan naturalmente a las personas mayores y a la sociedad en la que vivimos. Provoca la existencia de maltrato y discriminación a la población mayor, tanto a nivel personal como a nivel social e institucional.
Son muchas las personas que piensan que según envejecemos, nuestra vida se hace más anodina y aburrida, no se logran cosas si se siente mayor satisfacción por el día a día, y la vida se vuelve monótona.
Estereotipos en torno al estilo de vida
- Existe la creencia de que las personas mayores han perdido la capacidad de adaptarse a los cambios: necesitamos entender que a diferencia de lo que se pueda pensar, las personas mayores no son necesariamente menos adaptables a los cambios. De hecho, su experiencia y todos los cambios que han vivido en muchas ocasiones les han ayudado a comprender cómo adaptarse a los mismos.
- Son muchas las personas que aun piensan que cuando te haces mayor la vida se vuelve monótona. Las personas mayores no han perdido las ganas de vivir, ni la capacidad para hacerlo. Son muchas las cosas que se pueden seguir haciendo, incluso en aquellos casos en los que por alguna enfermedad o problema de salud se dificulta salir de casa.
- Según se envejece, se puede tender a tener miedo de no poder seguir siendo capaz de aportar, ya que se piensa que las personas mayores no son productivas. Esto está muy lejos de ser verdad. Son muchas las personas que a pesar de estar jubiladas continúan trabajando, e incluso participando en diversos voluntariados. También es una etapa magnífica para disfrutar del tiempo libre y de diversas actividades de ocio que quizá hasta el momento no se han podido realizar por falta de tiempo.
- Cuántas veces hemos oído o incluso pensado que la sexualidad es cosa de jóvenes. No es cierto. Las personas mayores conservan sin ningún problema el deseo sexual y la capacidad para sentir placer, e incluso un alto porcentaje de personas mayores practica el sexo. Es necesario evitar que esto siga siendo un tabú.