El frío y las temperaturas cercanas a los 0º han llegado a nuestros termómetros un año más, por eso, en algunas zonas de nuestro país comienzan a verse las primeras nevadas. Ante tal situación, muchos ancianos comienzan a sentir molestias en sus huesos y articulaciones. Y es que el frío presenta muchos más problemas que el calor para las personas mayores.
El primer dolor que debemos resaltar es el de los huesos; muchos ancianos presentan problemas de los mismos, como la osteoporosis. El frío hace que se agudicen los síntomas de este tipo de enfermedades, lo que provoca un intenso dolor muy difícil de tratar.
Otro de los problemas más frecuentes son las articulaciones, ya que el frío hace que guardemos nuestras energías y éstas permanezcan casi sin movimiento. De este modo, cuando las movemos nos suelen doler más que en otras épocas.
Para todos estos tipos de dolencias es importante tener un aislamiento del frío, estar alejados de la humedad y recurrir a baños de agua caliente. El deporte, además, puede ayudarnos mucho en este tipo de situaciones.