Durante la época de temperaturas más bajas, hay sectores de la población que sufren más que otros. Estos son los niños menores de 10 años y las personas mayores de 65 años. Son los dos ámbitos de la población que perciben el frío con una mayor intensidad y corren más riesgos en su salud a la hora de exponerse a las temperaturas más bajas.
Para evitar problemas, complicaciones, enfermedades, neumonías, gripes o hipotermias; hay una serie de recomendaciones y medidas de protección para las personas mayores que pueden evitar que su estado de salud empeore; sobre todo si ya cuentan con alguna enfermedad crónica.
Hay una serie de medidas de protección que se pueden llevar a cabo en el día a día para evitar daños mayores. Así se dejan atrás problemas como la hipotermia, la congelación, la gripe o, una de las más graves y que en cierto tipo de personas puede resultar ser mortal, la neumonía.
– Tratar que la temperatura ambiente se mantenga en torno a los 21º C en el interior.
– Evitar que el cuerpo esté sedentario. Lo mejor es que se mantenga activo y en movimiento para que el propio organismo genere calor interno.
– Usar varias capas de ropa para los distintos lugares en los que esté en cada momento. Por ejemplo, un abrigo gordo para la calle, un par de jerseys, camisetas de interior y lo que vaya necesitando.
– La alimentación es algo básico; hay que consumir carbohidratos y proteínas todos los días para que puedan soportar el frío y luchar contra él generando temperatura desde dentro.
– Beber dos litros de agua al día para mantenerse hidratados; evitar el consumo de alcohol que provoca la pérdida del calor.
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