Durante el otoño y el invierno la piel seca puede provocar erupciones cutáneas, grietas en rodillas y codos, inflamación, picazón severa, eccema (afecciones dermatológicas) e incluso, heridas sangrantes, produciendo el riesgo de infecciones bacterianas que son muy peligrosas para los ancianos. Es muy importante prestar especial atención al cuidado de la piel de las personas mayores, ya que se vuelve más delicada cuando llega el mal tiempo. Desde Las Matas, queremos dejarte una serie de recomendaciones, ¡echa un vistazo!
Es una realidad que con la edad, la piel se vuelve más frágil. La epidermis, la capa más externa de la piel, pierde su elasticidad y las capas inferiores también comienzan a adelgazar debido a la disminución en el colágeno y la pérdida del tejido graso. Esto hace que la piel se vuelva más delgada, transparente y débil, siendo más vulnerable a que a través de la misma puedan entrar gérmenes y sufrir infecciones.
La piel de las personas mayores es más proclive a los moratones debido a que, con el tiempo, los vasos sanguíneos se debilitan y el tejido adiposo disminuye, lo que puede provocar hematomas incluso por los golpes o roces más leves. Con la edad, la piel tarda más en curar, ya que las células se regeneran a un ritmo más lento. Esto hace que las lesiones y los moratones se curen más lentamente.
– Beber mucha agua es imprescindible
– Hidratar la piel después del baño
– Bajar la temperatura del agua
– Envejecimiento activo: hacer algún tipo de ejercicio suave o dar un pequeño paseo al aire libre
– Usar bálsamo labial
– Usar protección solar para prevenir las quemaduras
– Alimentación saludable: verduras, melón, nueces, salmón y aguacate.
– Usar un humidificador
– Dejar de fumar
– Evitar las saunas y los salones de bronceado
– Evitar estar mucho tiempo en cama
– Revisar diariamente el estado de la piel