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Hace algunos años cuando nos queríamos referir a las residencias de ancianos que actualmente conocemos, no se conocían de esta manera sino que nos referíamos a asilos, ya que nuestra sociedad no contaba con demasiados ancianos. Sin embargo, en la actualidad, gracias a los avances en medicina y el cambio en la pirámide poblacional se ha incrementado la esperanza de vida y por lo tanto, el número de personas que superan los 70 años.

Antiguamente existían los llamados asilos, que eran centros en los que se cuidaba a personas desvalidas y con pocos recursos económicos. Aunque todavía quedan algunos de estos centros, las personas mayores prefieren estar en una residencia de ancianos. Además, hace unos años, eran los familiares los que se ocupaban de sus ancianos, ya que no superaban los 55 años de edad. Pero, el cambio en la forma de vida de las personas, en la que siempre estamos ocupados, no permite que nos podamos hacer cargo de nuestros mayores.

 

Diferencias principales entre asilo y residencia geriátrica

– Las residencias cuentan con un programa de intervención, en el que se contemplan todas las actividades que deben realizar los ancianos para estimular sus habilidades físicas y cognitivas.

– Por otro lado, las residencias cuentan con personal cualificado para atender a los mayores en todo momento. Ya sean enfermeras, médicos, fisioterapeutas o psicólogos.

– La alimentación en una residencia es más cuidada, ya que se diseñan menús especiales para hipertensos, diabéticos o indicados para cualquier patología que se pueda sufrir en la tercera edad.

– Otro de los aspectos importantes que se valora en las residencias es el desarrollo de habilidades sociales.

– Por último, la residencia está indicada para todo tipo de personas mayores, ya sean válidas o que necesiten ayuda para realizar sus tareas diarias. También, están indicadas para personas con un alto deterioro físico o cognoscitivo.

Es muy importante que antes de ingresar a nuestros familiares en una residencia de ancianos nos informemos sobre los servicios que ofrecen y de las características del centro para saber si realmente es lo que necesita la persona mayor.

Aún sigue habiendo muchas personas que asocian el uso de residencias geriátricas no como una buena alternativa para el cuidado de nuestros mayores, sino a deshacerse de ellos.

 

Sin embargo, es normal no tener el tiempo suficiente para hacerse cargo de ellos ni las herramientas, por lo que esta opción significa proporcionar unos cuidados mejores de los que por falta de tiempo, espacio o desconocimiento se pueden dar en casa.

Desde Residencia Las Matas somos conscientes que el cuidado de las personas mayores requiere de mucho tiempo y estar en un centro de día o vivir en una residencia puede ofrecer muchas ventajas para todos.

Es muy importante antes de elegir el centro, asegurarse de buscar un sitio de confianza y que ofrezca todas las garantías como nuestra residencia de ancianos en Madrid, formado por un grupo altamente cualificado y multicisciplinar con agradables habitaciones para el confort de nuestros mayores.

 

Algunos de los beneficios que existen al vivir en una residencia de ancianos son:

Espacio adaptado en base a las necesidades: los ancianos dependientes, con dificultades a la hora de moverse o patologías, pueden estar cómodamente en las residencias gracias a la instalación de ascensores y rampas en sus instalaciones. Éstas están especialmente diseñadas para ellos. Así, los residentes podrán moverse y salir al exterior con total seguridad o practicar cualquier actividad que quieran.

– Asimismo, estas instalaciones también se han adaptado para el paso de las sillas de ruedas por las puertas, algo que resulta imposible en una vivienda particular por la falta de espacio.

Menús elaborados y adaptados: este es otro valor a tener en cuenta, no solo por la comodidad que ofrece una residencia de ancianos, sino por la elaboración de los menús diarios que son preparados especialmente según las necesidades alimenticias de cada uno de ellos, y que son completamente adaptadas según el valor nutricional, posible alergias alimenticias y reducidos en azúcares, sal o grasas. Cada residente tiene unas necesidades alimenticias marcadas por un especialista, estando una residencia esto se controla al máximo y se mejora la calidad del alimento y de la ingesta del paciente, protegiendo su salud alimentaria.

Cuidados profesionales: los profesionales cuentas con unas habilidades que son una gran ventaja para los residentes y sus familias. Tener que desplazar a los ancianos de lugar y cargar con el peso inadecuadamente, puede causar graves lesiones. En estos centros para mayores, los profesionales a su cargo están altamente cualificados para este tipo de labores. Otro factor vital es el cuidado médico que ofrecen. En este tipo de residencias cuentan con personal sanitario los siete días de la semana, una gran tranquilidad para todos sabiendo que están en buenas manos.

Mantenerse activos y sociables: Los residentes se encuentran más activos en este tipo de residencias que en sus domicilios privados. Todos los días, el equipo de las residencias de ancianos organizan diferentes actividades y juegos para que sigan activos y mantengas sus capacidades.

La compañía es también algo que se agradece. Alejar la soledad con nuevas relaciones sociales es vital para el bienestar personal. Además, en estos centros la edad de los residentes suele ser similar y comparten aficiones y buenos momentos.

 

En resumen, las residencias destinadas a personas de la tercera edad deberían ser contempladas como una excelente alternativa en situaciones de requerimiento, especialmente cuando la persona vive sola y sus parientes carecen del tiempo preciso para brindarle atención y compañía, además de las herramientas esenciales, entre diversas consideraciones adicionales.

Actualmente las residencias de ancianos son ya una opción para cuidar de nuestros ancianos. Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, el número de personas pertenecientes a la tercera edad que residen en residencias de ancianos se ha triplicado en los últimos años.

Aunque todavía existe un gran estigma con las residencias de ancianos. Hay que normalizar que hacerse cargo del total y completo cuidado de una persona mayor requiere de mucho tiempo y que llevarlos a un centro de día o a una residencia no significa dejar de atenderles, sino ofrecerle unos cuidados mayores que los que tendrían en su domicilio particular.

Desde Residencia Las Matas apostamos por dar a conocer los beneficios de las residencias para la tercera edad, una buena opción en cualquier caso de necesidad para personas mayores que viven solas o aquellas a las que sus familiares no pueden atender, cuidar y acompañar el tiempo suficiente o de la manera que ellos quisieran por diversidad de inconvenientes que a todos se nos pueden presentar.

 

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