916 301 029
916 303 159
Contacto

A lo largo de nuestra vida estamos repitiendo que para tener una salud equilibrada lo mejor es tener una dieta variada, en la que podamos tomar muchos tipos de productos. Sin embargo, este hecho puede variar cuando somos ancianos; nuestro metabolismo cambia y, como consecuencia de ello, ya hay productos que no nos sientan tan bien como antes.

Un buen ejemplo de ello son los alimentos que contengan mucho azúcar. Bien es cierto que son alimentos que deben ingerirse con moderación, puesto que su ingesta en grandes cantidades tiene muchas contraindicaciones a lo largo de nuestra vida; sin embargo, de ancianos mucho más puesto que tendemos a realizar menos ejercicio y todo ese azúcar puede provocarnos obesidad, colesterol, problemas bucales…

Cuando somos ancianos, nuestro estómago ya no responde como en épocas anteriores, hay una tendencia a realizar la digestión de forma más lenta. Por ello, se deben evitar alimentos que provocan hinchazón: alcachofas, cebolla y pimiento en crudo, verduras brasicáceas (col, coliflor), legumbres cocidas enteras, carnes cocinadas dos veces (estofados y guisos), embutidos grasos (chorizo, salchichón, salami, etc.), patés y foie gras.

Por último, a medida que nos hacemos mayores es necesario ir menguando nuestro consumo de alcohol.